“Si te esfuerzas, las recompensas llegan. No hay camino fácil, pero sí caminos auténticos.” Con esta frase inició Magaly Huallpa, fundadora de Kontiti, una de las choco-startups más inspiradoras del país.
El pasado 7 de junio se llevó a cabo el Taller de Difusión de Resultados Kontiti en el Hotel Casa Campesina (Cusco), como parte de la ejecución del proyecto ganador en Startup Perú 10G. Este evento permitió conocer de cerca el recorrido de esta empresa cusqueña, desde sus inicios como emprendimiento familiar hasta su actual proceso de internacionalización. La historia de Kontiti no solo refleja una apuesta por la calidad y la innovación, sino también un profundo compromiso con la cultura y el territorio.
En este evento, participaron Clarissa Victorio, gerente de la incubadora Scale y Ronald Barzola, Program Manager de la misma, quienes estuvieron presentes para brindar su apoyo y acompañamiento estratégico en el crecimiento de Kontiti.
De una idea familiar a una startup con impacto
Tras años dedicados al turismo y la artesanía, Magaly e Iván Mejía decidieron transformar su experiencia en una propuesta de valor distinta: chocolates artesanales con identidad. Al detectar el desplazamiento del arte local por productos importados, decidieron crear souvenirs comestibles que preservaran lo nuestro. Así nació Kontiti, con chocolates que no solo se ven bien, sino que cuentan historias.
Sin embargo, el camino no fue fácil. Su primera experiencia internacional en el Salón del Chocolate de Bruselas dejó una lección clara: la estética no basta, el producto debe estar a la altura de los estándares globales. A partir de ese momento, se embarcaron en un proceso continuo de mejora, formación y búsqueda de calidad.
Tecnología, expansión y sostenibilidad
Gracias al apoyo del programa Startup Perú y el respaldo de la Incubadora Scale, Kontiti dio un salto decisivo. Implementaron tecnología de impresión 3D para diseñar sus propias matrices, optimizando tiempos y reduciendo costos sin sacrificar lo artesanal. Este cambio permitió diversificar su portafolio, incorporar nuevos sabores como piña, jengibre y pisco, y elevar su competitividad.
El Taller de Difusión de Resultados de Kontiti Cusco también presentó otros avances clave: una misión técnica a Italia y Francia, la apertura de una nueva tienda bajo modelo de franquicia en Tacna, la mejora del packaging y la expansión de registros sanitarios. Además, han comenzado la implementación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), un paso fundamental hacia la exportación sostenible.
Más allá del producto, Kontiti ha desarrollado experiencias turísticas, talleres de cata y actividades familiares que refuerzan el valor cultural de cada chocolate. La empresa trabaja directamente con productores de cacao chuncho, promoviendo prácticas justas y sostenibles en la cadena productiva.
Kontiti no solo exporta chocolate; exporta historia, arte y tradición. Con cada molde, cada figura y cada sabor, reafirman que la innovación puede ir de la mano con la identidad. Su visión es clara: que el Perú no solo sea reconocido por su cacao, sino también por sus chocolates de calidad mundial.
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Sobre el autor
Rosa Sime Valdeiglesias, Growth Marketer de la Incubadora Scale